26.1.06

Discontinuidad de los parques

Al otro lado de la palabra, el aire ha sido tomado por el mecanismo de los interruptores. Las orejas de los cerdos tornan a su natural condición de manecillas oxidadas. Y la superficie de los espejos extiende su latido de metal hasta la parte más estrecha de las raíces de los árboles. Al menos la mosca se aleja de la barba crecida y eso es suficiente como para asumir la respiración como una llave de neón en medio de la ceniza. En la esquina el bar sigue siendo el útero materno. Acá el hígado late como un corazón.

2 Comentarios:

Blogger Mara Pastor said...

me di un susto!! puse putamadre.blog... en el address y me salió john doe!! es que esa resumida borinquen gruesa se me habia olvidado, como siempre. pero me siento aliviada de volver. en el blog de antares sativa, la brujita esa puso una grabación del cortázar leyendo, muy buena. una vez viaje sin guía turística. iba a cada ciudad buscando parques, y me parece que fue una discontinuidad tremenda, como los tambores arrítmicos, que aún así se pueden bailar. saludiños

31/1/06 3:10 p. m.  
Blogger Rodrigo Köstner said...

Entre John Doe y Rodrigo Köstner no debe haber mucha diferencia (por lo menos un largo trecho).

A veces también yo me pierdo, borro cinta, rayo nombres de desconocidos en la corteza de los árboles, sueño con trozos de lechuga, me como las uñas de los pies frente a los compañeros de oficina y despierto tarde y sudoroso al lado de un maniquí.

Pero regreso: naturaleza córnea.

Siempre se estima su visita, querida amiga. En cuanto a la grabación del cronopio, ya me fijo. Buen dato.

1/2/06 8:52 a. m.  

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