Bárbaro Bar

Estoy sentado en la parte más oscura del bar tomando lentamente la cerveza. No estoy solo. Frente a mí -en el extremo opuesto-, una pareja ensimismada. No pasarán de veinte años y ya conocen la asfixia de comerse en un furioso acto de canibalismo. Yo los miro. Y son ambos, en uno sólo, un conjunto de labios dinamitados. Carne desatada en un intenso bloque de respiración viva. Yo los miro. Y la mirada me devuelve una estela de sexo brutal y silvestre: lentitud de bar con una esquina rota. Yo permanezco vagamente estúpido. En las manos: excedentes de una roca activada en el desierto.
5 Comentarios:
Síntesis espléndida del deseo agónico pos30. Es así, cuando la soledad caduca ante el agite de la carne fresca. Buena oración:"Yo permanezco vagamente estúpido." Habrá que echarle lava a la roca, hermano.
Cierto, Miope: deseo agónico pos30 y carne fresca.
Ya lo dijo aquél: "El tiempo pasa y nos vamos poniendo... ¿technos?".
Saludos.
me facinan los colores de tu blog. Tus escritos muy lindos como siempre
Debo intervenir para aclarar que el deseo agónico no se limita al pos30 set, sino que se la ha visto mingling entre los pretreinteros.
Un saludo, Herr Kostner
62: las calenturas agraciadamente desconocen las fronteras etarias. Éter maravilloso los suspiros en consecuencia. Gozosa agonía, pues.
Bueno verte por aquí. Viel Spass!
Hola, despertar.
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